¡Hola a todos/as!
Hoy os traigo otra entrada. Esta vez relacionada con un ejemplo de un incidente crítico relacionado con el género e Internet.
Este caso que os traigo sucedió en España, más concretamente en Sevilla en el año 2011.
Una niña de 13 años de edad y su abuela, de 75, fueron agredidas una mañana por un joven de unos 28 años.
La menor conoció a este chico a través de la red social, ya cerrada, Tuenti. El joven llevaba acosándola durante un tiempo.
Esa mañana el chico la citó, a través de esta red social, en la Barriada Los Salesianos de Utrera (Sevilla). En cuanto apareció la acechó y la atacó.
Posteriormente, a la abuela de la menor, que acudió a defenderla, la arrojó al suelo y le dio una patada en la cara.
Al parecer, el agresor, al que se ha identificado con las siglas J.A.G.R., conoció a la niña por la red social Tuenti y, según informaron fuentes municipales, venía acosando a la chica desde hacía «algún tiempo». Incluso, la familia denunció la noche anterior que estaba merodeando por el domicilio de la chica, por lo que fue expulsado de la zona por miembros de la Policía Local.
Sin embargo, y a pesar de haber intervenido los cuerpos de seguridad, el agresor regresó por la mañana y atacó a la menor y a su abuela, dándose a la fuga.
Al buscarle en Tuenti su cuenta ya estaba cerrada.
Con este incidente tan grave, quiero que se tome conciencia del peligro que puede conllevar utilizar internet, o en este caso una red social. Además, debemos ser conscientes de que va en aumento, con el crecimiento de las redes sociales y el tiempo, cada vez mayor, que dedican los niños/as y adolescentes en estos espacios.
Este es quizá uno de los principales peligros de las redes sociales que los padres temen para sus hijos/as. Un problema que puede empezar como un juego y que también puede terminar involucrando a gente adulta que aprovecha la facilidad de crear perfiles falsos en estas plataformas.
Como en la vida real, estas redes sociales pueden ser un buen lugar para encontrarse con los amigos de toda la vida y conocer a otras nuevas amistadas, pero no está libre de peligros. Así que lo mejor siempre será conocer las amenazas y las herramientas que existen para prevenirlas y con más razón si se trata de menores.
Por todo esto, pienso que deberíamos de empezar a concienciar de los problemas que trae utilizar estas herramientas desde el colegio, así como en casa, y enseñarles a que les den un buen uso y que se diviertan sanamente con ellas.